miércoles, 14 de abril de 2010

DECODIFICANDO COMPLEJIDADES


Decodificando Complejidades

Un colega y amigo Rodrigo Ramírez Crouchett en una de nuestras frecuentes y comprometidas conversaciones sugirió conociendome como consultor, capacitador y coach que la mejor definición para denominar mi rol era la de "Decodificador de Complejidades". Posteriormente la idea siguió rondando y decidí que esas dos palabras perfilaban con exactitud mi identidad profesional y gran parte de mi conducta personal. Tal es así que la resonancia interna de dicha frase indujeron a que la usara para encabezar el capítulo de un libro a editarse proximamente.

Desde muy pequeño me desvela la necesidad de decodificar, intentar entender, revelar , encontrar el halo de luz de diversas oscuridades… frecuentemente cerraba los ojos apretando fuerte los párpados e infinitos puntos comenzaban a reverberar y cantidad de figuras surgían a velocidades increíbles...quería en ese entonces poder comprender (pequeño desafió) aprehender lo que era "LA NADA". Indefectiblemente siempre abandonaba porque comenzaba a dolerme la cabeza y temía entre otras cosas ser absorvido por las imagenes que veía. Renuncié a la idea de entender "la nada" no por fatiga sino por miedo.

Ese espíritu de búsqueda me sigue acompañando transpolado a innumerables temas, por ejemplo, indagarme e intentar entenderme, cambiar conductas, modificar habitos automáticos inútiles, validarme como persona desde adentro y no solamente a través de cursos, posgrados, lecturas, teatro, escritura, estudios en general y si se me permiten la confesión, dejar de estar tan pendiente de la opinión de los demás sobre mi.

"Decodificar Complejidades" en las personas (mis clientes, coacheados, amigos) en las empresas, equipos, grupos de trabajo, representa una especie de sublimación de la primaria necesidad infantil de entender. Proceso que comenzó hace muchos años indagando conmigo mismo.
Decodificar es una tarea apasionada y comprometida, tratar de encontrar las preguntas y las respuestas resulta “fatigante” pero quizás esa fatiga también sea inspiradora.

Como muchos de ustedes saben, la cantidad de variables para “decodificar” que se deben tomar en cuenta es inmensa, y cuando se supone que identificamos las que poseen más peso, surgen otras aún no contempladas...la complejidad es creciente.
No puedo afirmar que ahora prevalece una mayor complejidad que en el pasado, creo que no, de lo que si estoy seguro es que la complejidad actual posee características novedosas por lo menos para la mayoría de las personas emocionalmente adultas.
Desde mi subjetividad (particular manera de observar las variables) en la mayoría de las empresas, una gran parte de la población que las habita padece la complejidad con un gran nivel de éstres, frustración y me arriesgo a decir: tristeza.

Seguro que en algunas organizaciones se observan excepciones y además dentro de cada empresa descubro a personas que se manejan fluidamente con el estrés y la complejidad. Quizás resulte atrevido o arriesgado lo que voy a expresar, pero desde mi modelo mental creo que estas personas poseen (no se si es una virtud) una capacidad particular de percepción y sensibilidad.

Desde otra perspectiva intentando expresar mejor la idea, he comprobado que los primeros que sucumben son los altamente sensibles o dicho en otros términos, son personas a las que les resulta muy difícil abstraerse de modelos de vínculo orientados casi con exclusividad a los resultados, ámbitos donde la solidaridad no es un valor que prima, bajo nivel de pertenencia, rechazo al nuevo contrato psicológico que pivotea en un desequilibrado dar y recibir...desde otra mirada son personas con dificultad de adaptación a un modelo meritocrático, tal como lo entienden hoy muchas culturas organizacionales.
Decodificar complejidades resulta una tarea en muchos momentos ardua y dolorosa para todos los que participan de este proceso, desde mi perspectiva es inevitable para la mayoría de las personas pasar de un estado A hacia otro B sin atravesar una cuota de dolor. Lejos de una tortura, este dolor al que refiero es semejante metafóricamente hablando al dolor de una parturienta voluntariamente reincidente. ¿Por qué reincide? básicamente porque el beneficio emocional de la maternidad es por lejos superior al transitorio momento de dolor del parto.

No hay cambio de conductas verdaderamente significativas sin atravesar dolor, y resulta arto complicado atravesar el dolor sin poder visualizar previamente el beneficio. Llamo beneficio a la transitoria meta, visualizar la meta es un proceso por el cual es posible situarse en ese nuevo espacio virtual aún no vivido.

La primera etapa de la “decodificación” es la que llamo sin pudor
– DESCUBRIMIENTO-. Si se me permite es quizás la más difícil, no es simple hallarla, dado que las personas somos fantásticos encubridores inconscientes de nuestras más profundas y honestas necesidades.


Este escrito recién comienza y estoy convencido que para continuar compartiendo las etapas de “decodificación” siguientes hace falta detenerse y releer varias veces lo hasta aquí descripto, no porque resulte difícil su lectura, sino porque es necesario encontrar los tiempos internos para reflexionar, no acordar, flexionar, aceptar, digerir…y luego decidir si resulta válido seguir avanzando en el proceso de decodificación o dejar el proceso aquí por un tiempo... o para siempre.

1 comentario:

  1. Hola! Me llamo Carlos Migoni, me resulta coincidente y hasta natural el ejercicio de estar atento a poder decodificar procesos de identificacion en uno, para otros casi siempre complejos por la falta de habito en conectarse con uno mismo.
    El detenerse y conectarse nos invita a descubrir y hasta sorprendernos por lo bien que actua en quienes lo practican estoy de acuerdo en que se deben encontrar los tiempos internos para la reflexion; creo que hablar de decodificar complejidades es hablar de un proceso tan conocido como la vida, cerrar los ojos del exterior para abrir os internos, escuchar a el corazon lo que dice, fijate en lo que viene a ti y quedate quieto para que te encuentre!.
    Saludo.

    ResponderEliminar